
La fecha lleg� y desde diferentes partes del pa�s emprendimos nuestro camino al centro, donde suceden muchas cosas. Comenzamos a llegar, muchas no nos conoc�amos, otras no ten�amos muy claro el objetivo de lo que nos reun�a, pero todas con la mejor actitud de compartir, reencontrarnos y construir entre pares.
Empezaron las actividades temprano, dialogando sobre la situaci�n actual de temas como los ODS, la salud sexual y reproductiva, diversidad sexual, VIH, servicios de salud amigables para j�venes, participaci�n juvenil en la toma de decisiones, entre otros temas de inter�s para nosotras.
Poco a poco las conversaciones se tornaban m�s avanzadas y t�cnicas, todas comenz�bamos a desinhibirnos y el di�logo flu�a, comenzaba a emerger no s�lo la experiencia te�rica sino tambi�n las experiencias de campo, nuestros contextos personales y las experiencias vividas desde nuestras trincheras. Todo flu�a de manera armoniosa y la cantidad de conocimiento e informaci�n aumentaba entre los minutos y las horas que corr�an.
Terminamos la primera jornada y lleg� el tiempo de convivir de forma m�s amena, dejando a un lado el peso del conocimiento, las luchas y dem�s.
Amanece, el sol llega y la segunda sesi�n de trabajo comienza. El momento del diagn�stico general se hab�a terminado y era hora de articular nuevos procesos a partir de las zonas de las cuales ven�amos a esta reuni�n.
Todos los equipos trabajamos, poniendo en pr�ctica el conocimiento adquirido y la experiencia de cada una de quienes participamos.
Buscamos dise�ar protocolos de investigaci�n, para obtener informaci�n cualitativa y cuantitativa sobre los temas que nos competen en la poblaci�n a la que pertenecemos y por la cual trabajamos, las juventudes.
Lleg� la noche y era hora de que la segunda sesi�n terminar�. Despu�s de una rica cena volvimos a reencontrarnos para seguir conversando y conoci�ndonos en lo personal. Muchas historias, relatos, experiencias y sobre todo coincidencias entre lo que hemos vivido. Sin importar que nos separaran kil�metros de distancia y varias horas de viaje, �ramos diferentes pero nos sent�amos iguales.
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Amaneci� y lleg� la hora de la �ltima jornada. Era momento de presentar los avances de nuestros protocolos de investigaci�n, mostrar lo que trabajaremos posteriormente y retroalimentarnos unas a otras. El
tiempo se iba agotando, ten�amos que partir pronto para regresar a casa,
aun cuando llev�bamos un par de d�as sinti�ndonos en familia. Lleg� la
hora de hacer acuerdos sobre los proyectos, los siguientes pasos en el
proceso de ACT! 2030 M�xico y dem�s. Terminamos la jornada con
una comida, para despu�s entre abrazos de despedida, sonrisas y un
poco de melancol�a, dejar la promesa de volvernos a encontrar pronto.
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El taller de datos para la incidencia, por parte del equipo de ACT! 2030
M�xico fue una experiencia genial. Una oportunidad de aprender y
recapitular conversaciones sobre diversos temas que trabajamos pero
sobre todo, fue una ocasi�n especial para reencontrarnos unas con otras,
para fortalecer nuestras ganas de seguir trabajando por nosotras, las
juventudes, siempre recordando �no dejar a nadie atr�s�.
Author
?By Rub�n �vila. Nuevo Le�n, M�xico